Han pasado tres meses desde la tragedia que cobró la vida de seis personas y dejó más de 80 heridos, y ya empieza a conocerse a las empresas con responsabilidad directa. La Fiscalía de Trujillo detectó la posible falla: el uso de pernos no adecuados para sostener la infraestructura.

La tragedia del Real Plaza estremece a los trujillanos con solo recordar la noche del 21 de febrero último. El pesar los invade cuando transitan por el clausurado centro comercial, en cuyo patio de comidas fallecieron seis personas y otras 81 resultaron heridas a causa de la caída del techo. Tres meses han transcurrido y los responsables siguen libres, aunque la Fiscalía ya detectó el posible origen de esta desgracia.

El testimonio clave es el de Julio Rivera Feijóo, el ingeniero civil que, por encargo de Real Plaza, hizo los planos para la ampliación del recinto en 2015. Rivera aclaró a la fiscal de Trujillo, Carmen Varas, que no participó de la edificación, pero indicó que tras el desplome de la infraestructura envió un equipo a revisar el material que se usó y se encontró un gran problema.

De acuerdo al experto, los pernos hallados para unir las vigas de acero y columnas de concreto no eran del tipo que estipuló en su informe: el A325, un modelo muy resistente para soportar peso severo.

“Los pernos de los anclajes corresponden a un tipo muy especial llamado A325, estos pernos resisten más del doble de acero convencional y tienen una característica que sus tuercas son en alto relieve y se aprecia la enumeración A325, siendo que en ninguna de las tuercas se ha observado esa nomenclatura”, señaló en su declaración del 4 de abril.

Detalló que los pernos hallados eran de “un diámetro menor al indicado” y presentaban “un nivel de oxidación muy alto” que debilita la estructura. Y recalcó que nadie le consultó para hacer cambios en los materiales ni tampoco autorizó modificaciones en sus planos.

Esa declaración fue un detonante. Los representantes de las compañías que participaron de la construcción, interrogados luego de la manifestación de Rivera Feijóo, se han desentendido de esa versión y empezaron con el juego de tirarse la pelota de la responsabilidad.

Se recogió la opinión del arquitecto Gerardo Berdejo para que compartiera su posición profesional sobre el desplome del techo. Para el experto no hay dudas: el uso de pernos no adecuados complicó la resistencia de la infraestructura.

“Según las inspecciones, el perno no solo no sería de A36, sino de un diámetro menor, era de 3 milímetros menos; usar pernos que no son de la resistencia adecuada pone en riesgo el techo a mediano plazo”, detalló. "El cambio de pernos no está relacionado a un tema de costos ya que la diferencia en el precio es mínima", añadió.

Asimismo, consideró que hubo “malas prácticas” durante el proceso de construcción porque, aseguró, la estructura que se precipitó debió durar “toda la vida”.

Mientras tanto, los deudos de los fallecidos y heridos esperan que la justicia, esta vez llegue y no tarde. 

Real Plaza informó que tomará acciones legales contra las empresas que resulten responsables por la caída del techo en su sede de Trujillo.

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