Mujer con melanoma metastásico BRAF positivo pide celeridad en evaluación a cargo de especialistas del Red Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (Renetsa).

“Quiero ver a mis hijos crecer”, expresa Marthalily Casalino, madre de familia de 4 hijos y que a sus 40 años no solo lucha contra un melanoma metastásico BRAF positivo, uno de los cánceres más agresivos, sino también contra la burocracia de nuestro sistema de salud público.

Este cáncer inició en la planta del pie izquierdo de Marthalily en 2014, año en que fue operado con éxito. Los chequeos posteriores fueron normales hasta 9 años después, cuando el cáncer volvió a la altura de la ingle de la misma pierna. Eran dos ganglios que debían retirarse, que resultaron positivos.

Se le recomendó la inmunoterapia, pero en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) estudiaron las muestras, detectando que se trataba de un melanoma metastásico BRAF positivo. Para luchar contra esta neoplasia se requiere un tratamiento combinado de encorafenib + binimetinib.

El tratamiento que requiere Marthalily es reconocido a nivel internacional como un estándar: 12 pastillas diarias que frenan el avance del tumor y que pueden evitar que este cáncer se expanda a órganos vitales, como hígado, pulmones o cerebro. Esta terapia dirigida es la diferencia entre la vida y la muerte. Sin embargo, el precio de estos fármacos tiene un costo mensual de S/54,000, una cifra que es imposible cubrir sin respaldo del Estado.

Así es como, junto a su médico del INEN, Marthalily presentó en mayo de 2024 la solicitud para obtener el medicamento mediante la Pregunta PICO, un mecanismo que forma parte del proceso de evaluación de la Red Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (RENETSA) del Ministerio de Salud (Minsa).

El resultado debió estar en un tiempo de 45 días; sin embargo, hasta la fecha —un año después—, el Renetsa solo ha emitido un comunicado en el que indicó que “continúa evaluando el tratamiento combinado encorafenib + binimetinib para pacientes con melanoma metastásico con mutación BRAF”, sin referirse directamente al caso de Marthalily Casalino.

EL CÁNCER NO ESPERA, MATA
Especialistas han advertido que esta demora representa un claro incumplimiento a la Ley Nacional del Cáncer, que obliga al Estado a garantizar diagnóstico y tratamiento oportuno a todos los pacientes oncológicos. El tratamiento que requiere esta madre de familia es eficaz y ella misma puede dar fe de ello.

La lucha de Marthalily no es solo contra este cáncer, sino con un sistema de salud público que la obliga a esperar. El tratamiento no ha provocado en ella efectos secundarios, por lo cual no entiende con certeza qué es lo que viene evaluando el Minsa.

Hoy por hoy, la única forma en que esta madre de familia pueda cumplir este objetivo está en manos del Ministerio de Salud y la necesidad de una célere respuesta de parte de la entidad. El cáncer no espera.

Más leídas