Lo mataron el 20 de enero. Al director de Cadena Sur TV y voz crítica en la región le dispararon ocho veces. La hija mayor de Gastón Medina Sotomayor  sabe que una declaración pública sobre el asesinato de su padre es una exposición al peligro. 

Desde el asesinato de Medina —periodista, director de Cadena Sur TV y voz crítica en Ica— la vida familiar quedó en suspenso: la justicia, el expediente y la protección parecen estancados en una pausa sin fin.  

Medina fue asesinado el 20 de enero de 2025 frente a su vivienda en la urbanización San Isidro. Un sicario le disparó al menos ocho veces truncando la vida de un comunicador conocido por denunciar irregularidades en la región. Ornella, su hija mayor, confiesa a este diario que tiene miedo. A pesar de ello, ha decidido salir al frente. 

Nelly Nathalie Caico Sanchez, pareja de Medina y madre de su hijo de 10 años, confiesa que se siente en riesgo, pero está convencida de que no se puede seguir en silencio. Las dos mujeres, familiares y amigos del querido 'Wolfi' están llegando a Lima para exponer su caso. Aunque parezca increíble ningún abogado ha querido asumir el caso. 

BAJO AMENAZA
Desde 2022, Medina había recibido cartuchos de dinamita, mensajes anónimos, pintas y hasta flores acompañadas de balas. Ni la policía ni la fiscalía le ofrecieron protección real. También embarraron su fachada con excremento y pintura roja. Sus adversarios empapelaron el centro de la ciudad con su rostro y un traje a rayas. Lo acusaban de chantajista, coimero y agresor de mujeres. "Solo por decir la verdad", sentencia Nelly. 

“No tenía miedo. Siempre decía ‘no pasa nada’”, afirma la hija mayor. El periodista nunca dejó de denunciar, transmitiendo en radio Nova y Cadena Sur TV los reportes que recibía e investigaba sobre corrupción en diversos niveles de gobierno. Los medios de comunicación no han desaparecido. Siguen al aire, pero es evidente que han sido silenciados. 

Los periodistas no quieren ser una nueva víctima. Les toca callar. Nadie los protege. Hasta el momento, no ha pasado nada: “No tenemos abogado. Nadie quiere hacerse cargo del tema. Hay mucho miedo”, expresa Ornella.  La Asociación Nacional del Periodista y Reporteros Sin Fronteras han exigido justicia, pero la familia sigue sola. Por esa razón, se han armado de valor para estar en Lima. Están conscientes que en Ica sus palabras no serán replicadas.

"Voy a seguir hasta el final. Han destruido una familia, han callado una voz ”, comenta Nelly, abrazada de su pequeño hijo. Nelly y Gastón llevaban juntos 17 años. Ella fue testigo de las amenazas que sufría su pareja, también constató que era más valiente de lo que todos pensaban. Gastón salía a hacer su trabajo con la convicción de que la independencia era su escudo. Pero su cabeza tenía precio. 

Se contactó a la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP)  para exponer la situación de la familia. Necesitan un abogado. Quieren justicia. 

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