Más de 13,7 millones de ecuatorianos están llamados a las urnas para decidir si reeligen el presidente Daniel Noboa para el período completo 2025-2029 o si convierten a la correísta Luisa González, en la primera presidenta electa en las urnas.

En plena celebración del Domingo de Ramos, Ecuador elige a su presidente o presidenta para el período 2025-2029, en comicios marcados por una nueva declaratoria de estado de excepción, la "ley seca", que restringe el consumo de bebidas alcohólicas, además de una inédita prohibición de votar con teléfono en mano.

Alrededor de algunos recintos de votación se combinaron las típicas ventas de comida y el negocio de plastificar certificados de votación, con los vendedores de "ramos" por la Semana Santa. En medio de esta curiosa mezcla de fe y pragmatismo, a un costado de la iglesia de Conocoto, en el sureste de la capital Quito, María Moposita, de 62 años, ataba con destreza ramas de arrayán, laurel, romero y otras hierbas para ofrecerlas a los fieles creyentes.

Una destreza que ha cultivado desde niña, cuando acompañaba a su ahora difunta madre en esta labor y que actualmente transmite a su nieta: "La palma se prohibió porque no tienen donde dormir los pajaritos", comentó María a EFE en referencia al perico cachetidorado y loro orejiamarillo, que dependen de la palma de cera para su supervivencia.

Bajo el intenso aroma del incienso, decenas de fieles se congregaron en la misa para recibir la bendición de los ramos, mientras en los recintos electorales cercanos, la votación de la segunda vuelta presidencial avanzaba con notable fluidez.

Lo nuevo de estas elecciones: Sin celulares
En la primera vuelta electoral, Noboa denunció -sin pruebas públicas- que supuestamente bandas criminales habían extorsionado a electores para que votaran por González, y logró que el Consejo Nacional Electoral (CNE), en una polémica decisión, prohibiera para el balotaje votar con el teléfono en la mano, argumentando que podría usarse para fotografiar la papeleta como prueba del voto.

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