Se quedó en las sombras. Misma jugada. Ilan Heredia, extesorero del Partido Nacionalista y quien canalizó los ilícitos aportes que ingresaron a las campañas de 2006 y 2011, fue condenado a 12 años de cárcel por lavado de activos y al igual que la ex primera dama huyó de la justicia.
La última vez que Ilan Heredia Alarcón fue visto públicamente presentaba sus alegatos finales ante los jueces del Tercer Juzgado Penal Colegiado Nacional. “Desde mi inocencia les pido mi absolución”, dijo aquel 25 de marzo, dándole la espalda al expresidente Ollanta Humala y frente a los tribunales.
Tres semanas han transcurrido de aquella declaración y, con sentencia de por medio, nada se sabe del hermano de Nadine Heredia.
Ilan Heredia fue condenado a 12 años de cárcel por el delito de lavado de activos. Su función, de acuerdo al fiscal Germán Juárez, fue administrar los ilícitos aportes que recibió la expareja presidencial para financiar sus campañas de 2006 y 2011. Fue el tesorero en la sombra del matrimonio.
Los dineros provinieron, en el primer caso, del Gobierno venezolano; y en el segundo, los US$3 millones llegaron desde la Caja 2, el área de pago de coimas de la empresa brasileña Odebrecht.
El último martes, mientras Humala escuchaba en la audiencia que se iría 15 años a prisión, el menor de los Heredia Alarcón se enteraba de su condena en la clandestinidad. Su hermana, en tanto, escuchó el veredicto cuando se asilaba en la Embajada de Brasil en Lima. De los cuatro condenados a prisión efectiva solo el exmandatario y su fiel seguidor Julio Torres, el tesorero en el papel del nacionalismo, fueron detenidos. Los Heredia Alarcon huyeron.
¿Lo buscan?
La importancia de Ilan en la trama de corrupción radicó en aparentar los injustificables aportes de las campañas. De acuerdo a Juárez, el sentenciado de hoy 45 años, contador público de profesión, se encargó de enlistar a los falsos aportantes.
En la lectura de sentencia, la jueza Nayko Coronado dijo que en 2006 ingresaron S/1’574,057 al Partido Nacionalista, una suma que se calculó por la declaración de los aportantes que negaron haber hecho algún abono. No solo eso. También maniobró los falsos contratos de su hermana Nadine para encubrir el saldo económico que quedó de las actividades proselitistas.
La cúpula de este gobierno de Dina Boluarte está conformada por altos funcionarios que deben su ingreso a la vida política a los Humala-Heredia. Encontrar a Ilan depende de la Policía Nacional, que en esta coyuntura, responde más que nunca a los intereses de Boluarte. Entonces, hay motivos suficientes para dudar de su función.