Tipos de bombas, aviones, tácticas de engaño, objetivos y resultados.
Estados Unidos bombardeó tres bases nucleares de Irán este sábado 21 de junio de 2025 en la denominada 'Operación Martillo de Medianoche' (OMH, por sus siglas en inglés), que fue planeada hace meses y ejecutada de forma precisa, pero ¿qué fue exactamente?.
La misión fue una ofensiva militar sorpresa contra tres instalaciones nucleares clave: Fordow, Natanz e Isfahán. Planificada durante meses con un alto nivel de secretismo, la operación buscaba neutralizar el programa nuclear iraní, considerado una amenaza por su presunto avance hacia armas nucleares.
El ataque marcó la entrada directa de EE.UU. en la guerra entre Israel e Irán, que había escalado el 13 de junio con la Operación León Creciente de Israel. La decisión, autorizada por el presidente Donald Trump, se llevó a cabo sin aprobación previa de su Congreso, desatando polémicas internas.
¿Cómo fue la 'Operación Martillo de Medianoche' sobre Irán?
La operación involucró un despliegue masivo de recursos militares. Bombarderos stealth B-2 Spirit, desplegados desde una base en Misuri, fueron los protagonistas, apoyados por más de 125 aeronaves, incluyendo cazas de cuarta y quinta generación y aviones cisterna para reabastecimiento en vuelo.
Los B-2 lanzaron bombas GBU-57A/B Massive Ordnance Penetrator (MOP), diseñadas para destruir instalaciones fortificadas como Fordow, enterrada bajo 80 metros de roca. Además, submarinos de la Marina de EE.UU. dispararon misiles Tomahawk contra los objetivos.
La misión, que duró 18 horas, incluyó maniobras de engaño, como enviar aviones hacia el océano Pacífico para despistar a las defensas iraníes. El ataque comenzó en la medianoche del 21 de junio, con una precisión quirúrgica que minimizó daños colaterales, según fuentes estadounidenses.
Donald Trump anunció el éxito de la operación en su plataforma Truth Social, afirmando que las tres bases nucleares fueron "completamente destruidas" y que todos sus aviones regresaron a salvo; sin embargo, no se proporcionaron pruebas inmediatas de la magnitud del daño.
Irán negó cualquier contaminación radiactiva producto del bombardeo a sus instalaciones de uranio. La falta de imágenes satelitales verificadas y reportes contradictorios en redes sociales, como X, dejaron incertidumbre sobre el alcance real de la destrucción, inclusive para hoy, 22 de junio.