Los peruanos describen a la presidenta con mucha dureza. En su discurso de hoy esperan planes concretos contra la inseguridad y la corrupción. José Carlos Requena cree que no habrá un balance “realista” ni “honesto”, mientras que Luis Miguel Castilla dice que nos mostrará “un mundo paralelo”.
En la antesala de su último mensaje a la Nación, Dina Boluarte enfrenta una verdad incómoda: no importa lo que diga, la mayoría ya decidió cómo verla, cómo describirla. Según la última encuesta de Ipsos, difundida en Cuarto poder, la presidenta de la República es “corrupta”, “mala” e “incapaz”, palabras que acompañan a la abrumadora desaprobación de su gestión.
La percepción ciudadana es contundente. En segundo plano figuran otros calificativos igual de concluyentes que la caracterizan como “inepta”, “inútil” o hasta “ladrona”.
Esta mañana, que ofrecerá su último discurso por Fiestas Patrias ante la representación nacional del Congreso de la República, la población enfoca su mayor expectativa (51%) en que Boluarte presente un plan concreto para combatir la delincuencia, otro para reducir la corrupción en el Gobierno (30%) y otros más para mejorar la educación, salud y la inversión y el empleo (23%, respectivamente).
A un año de abandonar la Casa de Pizarro, ¿volverá a defraudar o por fin conectará con las demandas sociales?.
“Es muy poco lo que se puede esperar del mensaje de Dina Boluarte porque no ha demostrado ni en su gobierno ni en sus mensajes algo distinto”, declaró el analista político José Carlos Requena.
Agrega que desde el inicio de su gestión, en diciembre de 2022, tras asumir la máxima magistratura en reemplazo de Pedro Castillo por sucesión constitucional, la mandataria “nunca se ha planteado un balance realista, honesto, de la situación del país; nunca ha habido un propósito de enmienda”.
Requena criticó que, en las anteriores oportunidades, Boluarte nunca dio mensajes cortos en los que se pueda distinguir alguna iniciativa en particular.
“En consecuencia, creo que será una reiteración de lo que hemos visto en ocasiones pasadas: un recuento largo con muchas cifras, con poco para el análisis y seguramente con mucho tiempo perdido en casi todos los sentidos, dando una mirada muy burocrática de lo que es la gestión. Será muy poco lo que diga”, finalizó.