Sinceramente, no me había detenido a pensar, siquiera cinco segundos lo que significaba estar en la fase de los cincuenta. Hasta ayer...
Y fue especialmente por una película... Donde recordé, con quien la vi, todo lo que sentí y lo que viví junto al protagonista (Tom Hanks), con toda su odisea como un Naufrago (año 2000).
Sentí, sobremanera, lo que es el sentido de permanencia a un lugar y de dónde vienes. Lo que significa abrazarte a la esperanza. Lo que se siente, cuando te sientes solo y sin saber qué hacer. Pero sobretodo, lo que significa sentir el amor en tu vida.
Si estas siguiendo mis líneas, debes imaginar también, cómo lloré. Y lloré con un sentimiento de tal arraigo, qué prácticamente, me sentí una naufraga...
Y es aqui que justa y precisamente, me di cuenta del paso de los años. Y sentí de golpe, esos veinticinco años que pasaron, desde aquella vez que vi esa película...
25 años. Y como una película, vi también qué cosas las que pasé, las que viví, lo que aprendí y lo que perdí. Sí pues, cosas de la edad que te permiten ver lo avanzado, construido y reforzado.
Pero, aquí estamos. Aquí seguimos y no pienso tocar el tema de la salud. Esa es la segunda parte de este post... De cosas de la edad.
Arrivederci!!!